Describen el vértigo que causa la soledad
Por Jorge Ricardo
Jaime Mesa escribió una novela de soledad fragmentada y fría, de la orfandad y la rabia que deja desconectarse del chat sin haber obtenido nada. "Rabia fue escrita en la madrugada, tras navegar horas en la red. Regresaba del trabajo a las 11 o 12 de la noche, y abría internet unas tres horas, abría word, abría dos navegadores, mi correo electrónico, el messenger, el chat y después de revisar noticias, de inventar personalidades, de ver videos al mismo tiempo, me creaba una conciencia, exacerbaba el sentimiento de orfandad y escribía hasta las nueve de la mañana." El resultado fue un personaje de 33 años llamado Foster por su fijación a la cerveza, lleno de confusión y quien inventa personalidades en el mundo tangible como quien lo hace en el messenger, que hace largos viajes para ver a sus amantes y se acuesta con un hombre, que golpea y engaña, y cree que la vida se trata de otras cosas más que de instantes de supuesta felicidad.
"Es cansado después de un tiempo mantener una alta sintonía en varias relaciones. Porque se supone que las mujeres, las buenas mujeres, desean ser queridas y no sólo sexo. Creo que mi problema radica en que no me intereso por una noche, cada vez que inicio algo nuevo tengo la intención de que ella sea la especial, la que ame verdaderamente, la única. Pero es una contradicción desde el principio porque no termino mis lazos anteriores", piensa Foster.
La obra, ubicada en la mayor parte en Estados Unidos, describe algunas temporadas que Jaime Mesa vivió en ese país. "El asunto era: todo está bien, tienes trabajo, tienes familia, pareja, todo está perfecto, y de pronto te levantas en la mañana y dices algo hace falta, hay un vacío", dijo el autor.
"La vida se trata de cosas más abrumadoras. Se trata de despertar cada día buscando desesperadamente algo a lo cual aferrarse para no terminar con una escopeta en el mentón. Un orgasmo, un hit inesperado, un duelo de ceros entre pitchers, un te amo febril no son la vida. Ni siquiera una parte de ella. Son pretextos para olvidarse de la vida", analiza Foster.
Jaime Mesa pretendió crear un personaje que fuera la conciencia de este tiempo. "Su mayor bandera es la orfandad, la soledad, sin compromisos, donde las personas existen en tanto te sirven. No hay tiempo, porque entre más te dé el mundo antes de llegar al instante de la muerte es mejor. No hay paraíso, no hay razón ni ciencia, la ciencia te explica qué es el cáncer pero no impide que te mate."
"No hay tiempo", dijo Mesa, "y sería mejor pensar las cosas antes de hacerse, pensar la vida unos minutos, pero si la piensas puedes perder tu lugar en la fila del banco".
La soledad que tiene Foster la siente gran parte de la población, porque no hay tiempo para reflexionar sobre este vacío reciente.
Además de las situaciones descritas en la novela, Rabia se relaciona con internet a través de las sensaciones que causa.
"Navegar es tratar de conseguir cosas, todo existe ahí adentro, donde puedes controlar tu tiempo, tu vida. Internet convierte a las personas reales en ventanas de windows, si te aburres cierras la ventana, pero internet nunca te da lo que promete. Todo parece perfecto en internet, pero, bueno, tienes que cerrar e irte a la cama."
"Lo que te imaginas es muchísimo mejor que la realidad", dijo el escritor.
El vacío del tiempo produce una rabia "subcutánea", dice Mesa, que se resuelve en la amargura o en disparos hacia los otros. Foster lo resuelve de la segunda manera. Al final, con rabia cierra todas las ventanas, excepto la suya: la vida real no puede reiniciarse.
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Así lo dijo
"Quise que el ritmo de la novela fuera vertiginoso, no perder el tiempo en largos pasajes, el lector ya no tiene tiempo de imaginar muchas cosas. En internet cualquier persona sabe casi todo."
Jaime Mesa. Escritor
Fuente: Reforma / México. Martes, 20 de mayo de 2008
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