lunes, 27 de septiembre de 2010

Un deseo de conocerse y tratarse insatisfecho, artificiosamente contenido...

Dice Thomas Mann en Muerte en Venecia:

"Nada resultaba más extraño ni más irritante que las relaciones que se establecen entre hombres que sólo se conocen de vista, que diariamente, a todas horas, se tropiezan, se observan, viéndose obligados, por la etiqueta o por capricho a no saludarse ni cruzar palabra, manteniendo el engaño de una indiferencia perfecta. Se produce entre ellos inquietud e irritada curiosidad. Es la historia de un deseo de conocerse y tratarse insatisfecho, artificiosamente contenido, y, en especial, de una especie de estimación exaltada. Pues el hombre ama y honra al hombre mientras no puede juzgarle. Y el deseo se engendra por el conocimiento defectuoso."


Hoy me escribieron este fragmento que es lo mismo pero no:


"Nothing is stranger, more delicate, than the relationship between people who know each other only by sight, who encounter and observe each other daily, even hourly, and yet are compelled by the constraint of convetion or by their own temperament to keep up the pretense of being indifferent strangers, neither greeting nor speaking to each other."



No hay comentarios: